La policía alemana desarticuló una red internacional de trata de niños procedentes de Latinoamérica, camuflada como organización humanitaria, que vendía a los menores a pederastas que presuntamente pagaban grandes sumas de dinero.
Dos miembros de dicha red residentes en Berlín fueron detenidos el pasado febrero en el aeropuerto alemán de Múnich, cuando trataban de entrar en el país acompañados de un niño costarricense de unos diez años de edad, señaló ayer la Policía bávara, que confirmó parcialmente informaciones adelantadas por el rotativo Berliner Morgenpost.
Uno de los hombres es un alemán originario de Berlín y el otro, un ciudadano sueco con residencia reciente en la capital alemana. Ambos han sido presentados ya ante el juez de instrucción, aunque, según el rotativo, se desconoce el alcance de su declaración.
La Policía no quiso confirmar si la detención de los dos hombres tiene relación con la captura la semana pasada de otro presunto pederasta en Berlín, al que se ha acusado formalmente de abusos sexuales a menores en más de 20 casos.
Este último detenido, de 67 años, ha sido acusado de abusar sexualmente de varios menores durante un viaje a Haití el pasado año y cuenta con antecedentes por casos similares de los años 2002 y 2003, según la fiscalía berlinesa.
El diario añade que los detenidos en Múnich ocultaban sus verdaderas intenciones bajo la máscara de una organización humanitaria fundada por uno de ellos con motivo del terremoto de Haití, para ayudar a niños sin hogar.
Gran influencia. “Quien hace el esfuerzo de hacer llegar desde el extranjero a menores para abusar sexualmente de ellos, no solo tiene que contar con un gran círculo de cómplices, sino con una gran influencia y apreciables medios financieros”, señala una fuente policial en el diario.
Dicha fuente reconoce que todavía se desconoce la dimensión de la red pedófila recién desarticulada y los miembros de su cartera de clientes, pero asegura que la policía trabaja intensamente para conocer todos sus entresijos.
Uno de los hombres es un alemán originario de Berlín y el otro, un ciudadano sueco con residencia reciente en la capital alemana. Ambos han sido presentados ya ante el juez de instrucción, aunque, según el rotativo, se desconoce el alcance de su declaración.
La Policía no quiso confirmar si la detención de los dos hombres tiene relación con la captura la semana pasada de otro presunto pederasta en Berlín, al que se ha acusado formalmente de abusos sexuales a menores en más de 20 casos.
Este último detenido, de 67 años, ha sido acusado de abusar sexualmente de varios menores durante un viaje a Haití el pasado año y cuenta con antecedentes por casos similares de los años 2002 y 2003, según la fiscalía berlinesa.
El diario añade que los detenidos en Múnich ocultaban sus verdaderas intenciones bajo la máscara de una organización humanitaria fundada por uno de ellos con motivo del terremoto de Haití, para ayudar a niños sin hogar.
Gran influencia. “Quien hace el esfuerzo de hacer llegar desde el extranjero a menores para abusar sexualmente de ellos, no solo tiene que contar con un gran círculo de cómplices, sino con una gran influencia y apreciables medios financieros”, señala una fuente policial en el diario.
Dicha fuente reconoce que todavía se desconoce la dimensión de la red pedófila recién desarticulada y los miembros de su cartera de clientes, pero asegura que la policía trabaja intensamente para conocer todos sus entresijos.
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